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Mayo de 2020

Controles sanitarios en la alimentación de la República Popular de China y la pandemia del Covid-19

Emilio Spósito Contreras

Profesor de Derecho de la Universidad Monteávila

No temerás los terrores de la noche,

ni la flecha que vuela de día,

ni la peste que acecha en las tinieblas,

ni la plaga que devasta a pleno sol…

Salmo 91, 5-6.

 

 

Cultura y alimentación

A lo largo del tiempo, las distintas culturas han desarrollado sus usos, costumbres y normas sobre los alimentos. Dependiendo principalmente del medio, los hombres han basado su dieta, por ejemplo, en el trigo, el arroz o el maíz, prohibiendo el consumo de vacunos o porcinos según la tradición. La abundancia de alimentos señaló el camino a recorrer por la humanidad a lo largo del Creciente Fértil o la falta de éstos, la larga ocupación de las islas del Pacífico o el continente americano a través del Estrecho de Bering. Como bien lo explica Manuel García-Pelayo en Las formas políticas en el Antiguo Oriente[1], el conocimiento de la agricultura y el establecimiento de sistemas de regadío facilitaron el surgimiento de los primeros asentamientos urbanos y el de los grandes imperios de la Antigüedad[2].

Las disposiciones sobre alimentos son de vieja data. En antiguas culturas como la hebrea (Levítico 21 y 22, así como Deuteronomio 12 y 14), la india (Leyes de Manú V) o la árabe (Corán 6:145), se establecieron estrictas prohibiciones alimenticias. Los pitagóricos, por razones que todavía hoy se discuten, desaconsejaban el consumo de habas[3]. Hipócrates de Cos (siglo V a.C.) –padre de la medicina occidental– estableció una clara relación entre salud y alimentación[4]. Asimismo, desde muy temprano los gobernantes se preocuparon del abastecimiento de alimentos en las ciudades. En este sentido, resulta especialmente interesante el edil curul, con competencia en mercados y salubridad pública[5], así como el gremios de carniceros de Augsburgo, que en 1276 estableció que el sacrificio del ganado se realizara en mataderos públicos.

 

Alimentación y medidas sanitarias

Ha sido una constante la preocupación pública sobre la mejor forma de enfrentar las enfermedades. Al respecto, sabemos de los trabajos de Girolamo Previdelli: Tractatus legalis de peste (Ioannes Baptista Phaellus impresor. Bolonia 1528), sobre la salubridad de las ciudades, de los actos jurídicos inter vivos, de los juicios y de las disposiciones de última voluntad; de Gianfrancesco Ripa di San Nazaro: De peste: Tractatus iuridicus ac politicus (Iacobi Apelii, impresor. Leipzig, 1598), a partir del posible origen de la peste en la magia, se consideran las particularidades de por ejemplo los contratos ex causa pestis; y, de Girolamo (Cardenal) Gastaldi (1616-1685): Tractatus de avertenda et profliganda peste politico-legalis (Camerali Typographia Manolessiana. Bologna, 1684), con base en las experiencias napolitanas y romanas del siglo XVII, se refieren las medidas administrativas, médicas, farmacéuticas y especialmente judiciales frente a la peste.

Pero no será hasta el siglo XIX, de la mano de las observaciones de los médicos John Snow (18131858) –padre de la epidemiología–, Ignaz Semmelweis (1818-1865) o Joseph Lister (18271912) –padre de la antisepsia–, y sobre todo del célebre químico Louis Pasteur (1822-1895) –padre de la microbiología–, que los Estados empiecen a tomar conciencia sobre la necesidad de imponer medidas sanitarias, así como de su estrecha relación con la alimentación. Así, en el Reino Unido se dictó la Nuisances Removal and Diseases Prevention Act de 1846 para luchar contra el cólera[6] y se estableció el primer Ministerio de Sanidad del mundo a través de la Ministry of Health Act, del 3 de junio de 1919. En España, la primera Ley de Sanidad fue promulgada el 28 de noviembre de 1855[7]. En Venezuela se creó la Oficina de Sanidad Nacional en 1911 y se dictó la Ley de Sanidad Nacional en 1912[8].

En el influyente texto de James Cowles Prichard (1786-1848), A History of the epidemic fever, which prevailed in Bristol during 1817, 1818 and 1819 (John & Arthur Arch. Londres, 1820), se conocieron las formas de contagio de las epidemias y, a partir de allí, se admitió clínicamente la propagación de virus por proximidad y por el consumo de alimentos, así como la necesidad de medidas administrativas como la vigilancia, el control del tráfico internacional o la imposición de cuarentenas con aplicación de multas a sus infractores.

En este mismo sentido, escribieron John Ayrton Paris (1785-1856) y John Samuel Martin de Grenier Fonblanque (1787-1865), Medical jurisprudence (3 volúmenes. W. Phillips. Londres, 1823); así como George Edward Dunstan Sherston Baker, The Laws Relating to Quarantine of Her Majesty’s Dominions at Home and Abroad, and of the Principal Foreign State (C. Kegan Paul & Co. Londres, 1879)

En la Conferencia Internacional sobre Nutrición, celebrada en Roma en 1992, se estableció claramente la relación entre dieta y salud, elaborándose una serie de directrices dietéticas basadas en alimentos (Food-Based Dietary Guidelines, FBDG) como estrategia para divulgar la información nutricional a la población general[9]. Adicionalmente, en el Informe del Director General de la Organización Mundial de la Salud, sobre la referida Conferencia Internacional sobre Nutrición, en el número 46, se previó la cooperación con los Estados Miembros en el mejoramiento de la inocuidad alimentaria, para lo cual se contemplaron como medidas: el fortalecimiento de los sistemas nacionales de inspección de alimentos, la mejora de la inocuidad de los alimentos de destete e inocuidad de los alimentos de venta callejera, la vigilancia de las enfermedades de transmisión alimentaria y prevención de la diarrea (inclusive el cólera) mediante la educación del público sobre inocuidad de los alimentos, entre otras[10].

 

Controles sanitarios en la alimentación de la República Popular de China

La República Popular China, fundada 1949, tuvo su primer Ministerio de Sanidad en 1954, el cual fue integrado a la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, en 2013. Entre otras funciones, la Comisión se encarga de establecer estándares de calidad para alimentos y cosméticos, así como de supervisar la prevención y el tratamiento de enfermedades[11].

En la década de 1950 se planificó desde Beijing la denominada Campaña Patriótica de la Salud –todavía vigente–, que ha obtenido importantes resultados en materia de cólera, peste bubónica y malaria. No obstante, son conocidos los fracasos en la lucha contra esquistosomiasis y el resurgimiento de la tuberculosis. Los expertos opinan que “(…) aunque la población es consciente del riesgo y tiene el conocimiento y las habilidades para realizar las acciones preventivas requeridas, no tiene la motivación para cambiar su estilo de vida tradicional, confiando en los intentos del gobierno por controlar el problema y aceptando las enfermedades como parte de su vida y destino[12].

Son frecuentes las epidemias originadas en China, y muchas de ellas están vinculadas a la salubridad en los alimentos: la Gripe Asiática (Influenza A H2N2), de 1957; la Gripe de Hong Kong (Influenza A H3N2), de 1968; la Gripe Aviar (H5N1), de 1997; el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SRAG), de 2002 o la pandemia de Covid-2019 (SARS-CoV-2), de 2020. La última pandemia, por ejemplo, al parecer se originó en un mercado de animales salvajes para el consumo humano en Wuhan, tales como “serpientes vivas, tortugas y cigarras, conejillos de indias, ratas de bambú, tejones, erizos, nutrias, civetas de palma, incluso cachorros de lobo[13]. Tanto en el Síndrome Respiratorio Agudo Grave de 2002 como en el Covid-2019, se sospecha de la transmisión del virus desde murciélagos o pangolines –incluso dromedarios, en primer caso–, todos animales exóticos muy apreciados en la cocina y en la medicina tradicional china. Aunque a raíz de la pandemia se ha restringido la venta de tales animales, los involucrados alegan que su comercio es totalmente legal[14].

 

La Ley de Inocuidad Alimentaria de la República Popular de China

A propósito de la legislación china sobre sanidad alimentaria, en 1995 entró en vigencia la Ley de Higiene Alimentaria, que fue derogada en 2009 por una normativa más estricta, al dictarse la Ley de Inocuidad Alimentaria de la República Popular de China[15], modificada en 2015.

A lo largo de 154 artículos distribuidos en 10 capítulos, la Ley vigente regula lo relativo a la seguridad alimentaria en los distintos eslabones de la cadena de producción y distribución: producción, procesamiento, conservación, transporte, distribución, almacenamiento y comercialización de alimentos.

Se atribuye al Consejo de Estado, a través del Comité de Seguridad Alimentaria, la competencia de control en la materia (artículo 5 eiusdem); y, de manera desconcentrada, a los gobiernos locales del pueblo por encima del nivel del condado (artículo 6). A nivel de condado, las respectivas administraciones podrán establecer oficinas con responsabilidad en la materia, así como en las ciudades y regiones bajo su competencia (idem). Como modo de control de la actividad, se contempla un registro de licencias de productores y distribuidores de alimentos (artículo 113). Asimismo, se contempla la autodisciplina de las asociaciones de la industria de alimentos y consumidores (artículo 9) y la promoción de la educación sobre la seguridad alimentaria (artículo 10).

Sobre medidas especificas sobre salubridad alimentaria, el Capítulo 4 de la Ley de Inocuidad Alimentaria de la República Popular de China establece, en la Sección 1, una serie de reglas dirigidas tanto a productores como a distribuidores de alimentos. Entre ellas, se dispone que deben disponer de locales limpios, distanciados de aquellos que contengan materiales venenosos y nocivos y otras fuentes de contaminación; equipos o instalaciones que incluyen la esterilización, el control de moscas, ratas o lombrices, así como la eliminación de aguas residuales y el almacenamiento de desechos; mantener la higiene del personal y la limpieza y esterilización de los equipos, especialmente si se trata de alimentos de consumo carentes de embalaje (artículo 33).

Igualmente se establece la prohibición de producir o distribuir, entre otros, alimentos, aditivos alimentarios y otros productos alimenticios que contengan microorganismos patógenos, residuos de plaguicidas, residuos de medicamentos veterinarios, biotoxinas, metales pesados, contaminantes y otras sustancias que puedan ser posiblemente peligrosas para la salud humana; que estén estropeados, mohosos o con insectos, sucios o contaminados, con materias extrañas, adulterados o con indicaciones sensoriales anormales (artículo 34, numerales II y VI).

También se prohíbe la comercialización de “carne o productos cárnicos de aves de corral, ganado, animales o animales acuáticos que mueran por enfermedad, veneno o cualquier causa no identificada”, además de “carne o productos cárnicos que no hayan sido inspeccionados y puestos en cuarentena o que no hayan pasado dicha inspección y cuarentena” y, en general, alimentos expresamente prohibidos por el Estado por determinados fines, como la prevención de enfermedades (artículo 34, numerales VII, VIII y XII). El incumplimiento de estas u otras prohibiciones será sancionado con multa de entre 50.000 y 150.000 RMB –entre unos 7.000 y 20.000 dólares americanos–, o entre 10 y 20 veces el valor total del producto, si este supera los 10.000 RMB –unos 1.300 dólares– (artículo 122), confiscación y hasta arresto de 5 a 15 días (artículo 123).

En el artículo 36 de la Ley de Inocuidad Alimentaria de la República Popular de China, se contempla que los pequeños talleres y vendedores de alimentos que se dedican a su producción y distribución, cumplirán los requisitos de seguridad alimentaria de acuerdo con su escala y condiciones de producción o distribución y garantizarán que los alimentos que se produzcan o distribuyan sean limpios, no tóxicos e inocuos. Cada provincia, región autónoma y municipio, directamente bajo el control del gobierno central, regulará lo concerniente a los mercados que agrupen a los pequeños talleres de producción, distribución y venta de comida.

En el capítulo 7 de la referida Ley: “Liquidación de incidentes de inocuidad alimentaria” (artículos 102-108), se contempla el procedimiento a seguir por la Administración en caso de un “incidente de inocuidad alimentaria” como el previsto –por ejemplo– en el referido artículo 34, numeral VII eiusdem. En tal sentido, se contempla la elaboración de un plan de respuesta de incidentes de inocuidad alimentaria en cada nivel administrativo (artículo 102), armonizados de forma que el nivel en el cual ocurra el incidente, además de atender a los pacientes y tratar de evitar la propagación, se informe hasta el nivel superior (artículo 103). Idéntica obligación tendrán los entes de salud que conozcan de incidentes de este tipo (artículo 104).

Entre las medidas aplicables a incidentes de inocuidad alimentaria, se contemplan: i) rescatar de emergencia de las personas afectadas; ii) sellar y aislar o esterilizar los alimentos causantes del incidente; iii) desinfectar las áreas afectadas; iv) manejar adecuadamente los comunicados de prensa que revelen el accidente de seguridad alimentaria, explicando y aclarando posibles peligros, y, por último, v) iniciar el correspondiente plan de respuesta de incidentes de inocuidad alimentaria y elaborar un estudio epidemiológico a fin de informar al nivel competente superior (artículo 105).

Los artículos 106, 107 y 108 de la referida Ley especifican el procedimiento para establecer responsabilidades por el incidente de inocuidad alimentaria, atendiendo a los hechos ocurridos y determinados de manera científica. Ello debe conducir a rectificar los errores en el manejo la situación.

 

Epílogo

El 31 de diciembre de 2019 se lanzó la alerta epidemiológica por Covid-2019[16]. El primer paciente oficialmente reportado, el 1º de diciembre de 2019, no tenía relación con el mercado de animales salvajes de Wuhan[17]. Posteriormente, el día 10 de diciembre, se registraron 3 casos adicionales, uno de los cuales se vinculó al mencionado expendio de alimentos[18]. Hasta el 31 de diciembre, de los 40 casos presentados, 25 estaban directa o indirectamente vinculados al mercado. Al día siguiente de la alerta epidemiológica, el 1º de enero de 2020, se procedió a clausurar el referido mercado como foco de infección[19].

El 22 de enero de 2020, coincidiendo con la presión de la opinión pública china, las autoridades prohibieron la venta de animales salvajes en la provincia de Wuhan. La medida se extendió a las provincias de Henan y Mongolia Interior. Finalmente, el 24 de enero se suspendió a nivel nacional el transporte y la venta de animales como tejones y ratas de bambú[20]. El 2 de abril de 2020, la ciudad de Shenzhen prohibió el consumo de la carne de perros y gatos –especialidad de la cocina local–, estableciendo multas a su infracción de hasta 150.000 RMB, unos 20.000 dólares americanos[21].

Con base a la legislación y la información conocida, es difícil ser concluyente sobre el funcionamiento de los controles sanitarios en el mercado de alimentos marinos de Wuhan y del plan de respuesta de incidentes de inocuidad alimentaria de la provincia. Sin embargo el 27 de enero de 2020, el alcalde de la ciudad de Wuhan, Zhou Xianwang, reconoció su responsabilidad al no informar a la colectividad sobre los peligros de la enfermedad ante el masivo flujo de personas con ocasión del año nuevo chino, el 25 de enero de 2020[22], aunque dejó entrever que necesitaba autorización superior para divulgar la situación[23].

En medio de campañas de desinformación, el 12 de marzo de 2020 Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China, señaló por Twitter –plataforma prohibida en el país asiático– que el Covid-19 pudo propagarse por el contacto con atletas del Ejército de los Estados Unidos que estuvieron en Wuhan para los Juegos Mundiales Militares de octubre de 2019[24]. Por su parte, el 30 de abril de 2020, Donald J. Trump, presidente de los Estados Unidos de América, señaló que existe evidencia de que el coronavirus causante del Covid-19 se originó en el Instituto de Virología de Wuhan[25].

Más allá de las normas a nuestro alcance, no se conoce toda la verdad sobre los hechos relativos al origen del Covid-19. Curiosamente, la desinformación sobre la pandemia es un pecado común entre muchos gobiernos, independientemente de su marco jurídico o sistema político.

 

[1] Vid. GARCÍA-PELAYO, Manuel, Las formas políticas en el Antiguo Oriente. Monte Ávila Editores, Colección Estudio. Caracas 1979, 229 pp.

[2] Sobre el surgimiento de la agricultura, vid. SPÓSITO CONTRERAS, Emilio (30-04-2020), “El modelo del cazador de Gobekli Tepe”, en Pluma, disponible en: http://uma.edu.ve/periodico/2020/04/30/el-modelo-del-cazador-de-gobekli-tepe/, consultado el 04-05-2020.

[3] Vid. JÁMBLICO, Vida Pitagórica y Protréptico. Traducción de Jorge Cano Cuenca. Introducciones, traducción y notas de Miguel Periago Lorente. Gredos. Madrid 2003, 314 pp.

[4] Cfr. LAIN ENTRALGO, Pedro, La medicina hipocrática. Ediciones de la Revista de Occidente, S. A. Madrid, 1970. 456 pp.

[5] Vid. FERNÁNDEZ DE BUJÁN, Antonio, Derecho Público Romano. Civitas-Thomson Reuters.22ª edición. Pamplona 2019, 540 pp.

[6] Cfr. CUNNINGHAM GLEN, William, The Nuisances Removal and Diseases Prevention Acts, 1848 & 1849. 3a edición. Shaw & Sons. Londres, 1849, 118 pp.

[7] Cfr. AA.VV., El desarrollo de la Microbiología en España: En memoria del Prof. Julio Rodríguez Villanueva. Coordinado por Alfonso V. Carrascosa y María José Báguena. Volumen I. Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S.A. Madrid 2019, 236 pp. También MESA, Jorge e Isabel JIMÉNEZ LUCENA, Salud y burocracia en España. Los Cuerpos de Sanidad Nacional (1855-1951). Revista Española de Salud Pública 74, monográfico. Madrid, enero 2000, pp. 45-79.

[8] Cfr. GONZÁLEZ GUERRA, Miguel, La Salud en Venezuela en los inicios de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina. Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina 64, 1, Caracas, enero-junio 2015, pp. 7-31.

[9] Vid. GIL, Ángel, María Dolores RUIZ-LÓPEZ, Miguel FERNÁNDEZ-GONZÁLEZ y Emilio MARTÍNEZ DE VICTORIA, Guía FINUT de estilos de vida saludable: más allá de la Pirámide de los Alimentos. Nutrición Hospitalaria 31, 5. Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral. Madrid, 2015, pp. 2313-2323.

[10] Cfr. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, Conferencia Internacional sobre Nutrición: Informe del Director General. En https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/202894/WHA46_6_spa.pdf;jsessionid=2C28748520B238D97065725CA943A410?sequence=1, consultado el 26-03-2020.

[11] Para noticias anteriores a 1949, vid. WANG Bin y ZHANG Jinfan (08-04-2020), National Wisdom Revealed in Ancient Anti-epidemic Measures. China News. En http://www.chinanews.com/cul/2020/04-08/9150433.shtml, consultado el 02-05-2020.

[12] Traducción libre del trabajo de WANG Ruotao, Critical health literacy: a case study from China in schistosomiasis control. Health Promotion International 15, 3. Oxford University Press. Oxford, septiembre 2000, pp. 269-274.

[13] LEE MYERS, Steven (25-01-2020), China’s Omnivorous Markets Are in the Eye of a Lethal Outbreak Once Again. The New York Times. En https://www.nytimes.com/2020/01/25/world/asia/china-markets-coronavirus-sars.html, consultado el 25-03-2020.

[14] Ibidem. También, RODRIGO CALVO, Rosa María (30-01-2020), El coronavirus de Wuhan y el control sanitario de los mercados de alimentos y animales en China. Observatorio de la Política China. En https://politica-china.org/areas/sociedad/el-coronavirus-de-wuhan-y-el-control-sanitario-de-los-mercados-de-alimentos-y-animales-en-china, consultado el 25-03-2020.

[15] Traducción libre de THE PEOPLE’S REPUBLIC OF CHINA, Food Safety Law of the People’s Republic of China. HFG Law & Intellectual Property. En https://www.hfgip.com/sites/default/files/law/food_safety_-_16.02.2016.pdf, consultado el 25-03-2020. También resulta útil, RODRÍGUEZ MUÑOZ, Alejandro y Rocío VILLANUEVA GARCÍA, La normativa agroalimentaria en China. ICEX – Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Pekín. Madrid, mayo 2017, 83 pp. (https://www.icex.es/icex/es/navegacion-principal/todos-nuestros-servicios/informacion-de-mercados/paises/navegacion-principal/el-mercado/estudios-informes/DOC2017773777.html?idPais=CN).

[16] HUANG, Chaolin, Yeming WANG, Xingwang LI, Lili REN, Jianping ZHAO, Yi HU, Li ZHANG, Guohui FAN, Jiuyang XU, Xiaoying GU, Zhenshun CHENG, Ting YU, Jiaan XIA, Yuan WEI, Wenjuan WU, Xuelei XIE, Wen YIN, Hui LI, Min LIU, Yan XIAO, Hong GAO, Li GUO, Jungang XIE, Guangfa WANG, Rongmeng JIANG, Zhancheng GAO, Qi JIN, Jianwei WANG y Bin CAO (24-01-2020), Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China. The Lancet. https://www.thelancet.com/action/showPdf?pii=S0140-6736%2820%2930183-5, consultado el 01-04-2020.

[17] Ibidem.

[18] Ibidem.

[19] Ibidem.

[20] LEE MYERS, Steven, Op.cit.

[21] GS (AP, AFP) (02-04-2020), Ciudad china prohíbe comer animales silvestres. DW. En https://www.dw.com/es/ciudad-china-proh%C3%ADbe-comer-animales-silvestres/a-52987802, consultado el 04-05-2020.

[22] PRENSA LATINA (27-01-2020), China: Alcalde de Wuhan asume culpa por informar tarde la epidemia. Prensa Latina. En https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=337565&SEO=china-alcalde-de-wuhan-asume-culpa-por-informar-tarde-la-epidemia, consultado el 01-04-2020.

[23] BANDOW, Doug (22-02-2020), Why Chinese Communism Could Be the Final Casualty of the Coronavirus. Foundation for Economic Education (FEE). En https://fee.org/articles/why-chinese-communism-could-be-the-final-casualty-of-the-coronavirus/, consultado el 01-04-2020.

[24] WESTCOTT, Ben y Steven JIANG (14-03-2020), Chinese diplomat promotes conspiracy theory that US military brought coronavirus to Wuhan. CNN, en https://edition.cnn.com/2020/03/13/asia/china-coronavirus-us-lijian-zhao-intl-hnk/index.html, consultado el 15-03-2020.

[25] LAPIN, Tamar (30-04-2020), Trump claims he has seen evidence linking coronavirus to Wuhan lab. New York Post. En https://nypost.com/2020/04/30/trump-claims-he-has-seen-evidence-linking-coronavirus-to-chinese-lab/, consultado el 04-05-2020.